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BIOGRAFÍA

Dominique nació en la tierra de los volcanes, pero se hizo adulta lejos de allí, en el país de los lagos. A lo largo de este viaje fuera de su tierra natal, fue coleccionando canciones que la guiaron de vuelta a casa. Estas canciones, nacidas del vientre de su guitarra y acunadas en la quietud de la noche, fueron pistas que ayudaron a la artista, durante una profunda búsqueda, a encontrar su hogar. 

¿Cuál solía ser su hogar? ¿De qué estaría hecho ese santuario ahora? ¿Dónde podía echar raíces y encontrar ese sentimiento de pertenencia después de abandonar el lugar en el que nació? Juntando canciones a modo de respuestas, Dominique crea Regresar, su álbum debut. En él recoge temas en español, francés e inglés, así como en Maya K'iché, en honor a la gente con la que creció.  

Este es el primer trabajo autoproducido de Dominique, y sigue los pasos de Dos Profundidades, su primer EP, que fue producido por la ganadora de un Grammy y de dos Grammys Latinos, Gaby Moreno. Como cantautora, el estilo de Dominique está impregnado de realismo mágico. Sus letras nos sumergen en los paisajes mentales de la artista y nos invitan a hacer nuestros esos santuarios mientras su voz poderosa y delicada nos acaricia el alma. 

El sonido de Regresar es innovador y auténtico, pues es una mezcla de instrumentos y ritmos latinoamericanos con elementos electrónicos inspirados en la escena musical europea. Desde momentos muy íntimos hasta clímax épicos que ponen la piel de gallina, éste primer álbum de Dominique tiene algo para todos los gustos. Ojalá pueda este disco ofrecer un santuario para las almas nómadas y viajeras, así como para todas aquellas personas que se encuentran entre dos mundos.

LETRAS

  • Setecientas sombras iluminan con vela un sendero que

    llevará flores blancas y nombres de cielos sin nacer.

    Siendo casi abuela, una madre panzona tiene al hijo

    naciendo y el papá cantor le canta:

    Tú has robado mi corazón de madrugada.

    Tú has robado mi corazón de madrugada.

    Setecientas lunas bailarán a su lado, siguiendo las huellas

    del niño que vuela y duerme cuando ve el atardecer.

    Nunca han olvidado esta bella laguna.

    Aquí quedan algunas que al sonreír levantan

    Cielos de lunas y soles de estrellas blancas.

    Cielos de lunas y soles de estrellas blancas.

    Sept cents ombres illuminent, par des bougies, un sentier qui

    portera des fleurs blanches et le nom de cieux pas encore nés.

    Une mère enceinte, presque grand-mère, va donner le jour

    à son bébé et le papa, chanteur, lui chante :

    À l’aube, c’est mon cœur que tu as volé.

    À l’aube, c’est mon cœur que tu as volé.

    Sigue su camino y va bajando. Cuando llegue al fondo tocará

    los pasos de vidas y seres cuyos pies lo ven despertando y,

    con nuevo destino, sus papás amanecen y le crecen este canto:

    Tú has robado mi corazón de madrugada.

    Tú has robado mi corazón de madrugada

    entre cielos de lunas y soles de estrellas blancas.

    Entre cielos de lunas y soles de estrellas blancas.

  • Qué linda ausencia tenés que no se deja tocar.

    Se escurre como el suspiro que solté cuando al frío

    lo viniste a ahuyentar.

    Qué lindo que es esperar a que vengás otra vez

    mientras tu risa de luna se hace la que se esfuma

    sin dejar de brillar.

    Ay, regresa que te tengo que contar,

    ay, todo lo que me hizo recordar

    tu ausencia.

    Qué linda ausencia tenés que se hace pasar por vos,

    y sigue con tu rutina llenando la última esquina

    con el eco de tu voz.

    Y ahora estamos las dos soñando que regresés.

    Quiero sentirte más cerca y ella que le abras la puerta

    pa’ ver dónde va después.

    Ay, regresa que te tengo que contar,

    ay, todo lo que me hizo recordar,

    ay, todo lo que me hizo recordar

    tu ausencia,

    tu ausencia.

  • Encore une fois,

    il faut se dire adieu...

    mais ce n’est pas la fin.

    Commencera

    un jeu entre les deux

    pour se retrouver là.

    J’ai planté des pistes pile au centre du jardin.

    Laisse-moi des traces qui me mènent sur ton chemin.

    Una vez más

    toca decir adiós...

    pero este no es el fin.

    Comenzará

    un juego entre los dos

    pa’ reencontrarse aquí.

    Te he dejado pistas junto al árbol del jardín.

    Dibujame un mapa para yo poder seguirte.

    Cuando nos veamos otra vez llegarás a mí con tu partida

    y, si nos volvemos a encontrar, ya no temeré las despedidas.

    Encore une fois,

    il faut se dire adieu...

    mais ce n’est pas la fin.

    Commencera

    un jeu entre les deux

    pour se retrouver là.

    Quand on se verra la prochaine fois, ce sera la veille de ton départ

    et, si on se voit le lendemain, je n’aurai plus peur qu’on se sépare.

    *

    Todos los caminos que hemos recorrido,

    nos han vuelto a traer al centro;

    y es aquí que recordamos el reencuentro

    y nos volvemos a encontrar.

    *

    Quand on se verra la prochaine fois, ce sera la veille de ton départ

    et, si on se voit le lendemain, je n’aurai plus peur qu’on se sépare.

    Cuando nos veamos otra vez llegarás a mí con tu partida

    y, si nos volvemos a encontrar, ya no temeré las despedidas.

  • Soy nieta del alba, nací para cantar

    versos como mantras y cuentos sin final.

    Soy del río y del monte, crecí con el volcán,

    así que llevo al horizonte cerquita de mi hogar.

    Hoy busco otros colores, me tengo que marchar

    pa’ que vayan floreciendo los días al andar.

    Me llevo risas y tu nombre pa’ poder recordar

    que este amor nunca se rompe, yo te voy a ir a encontrar.

    Cada vez que encuentro el rumbo me toca dejarlo atrás

    pa’ seguirle el paso al mundo y poderlo explorar.

    Por eso viajo ligera cruzando el cañaveral.

    Voy oliendo a primavera y a brisa del mar.

    Soy nieta del alba, nací pa’ caminar

    por nuevas comarcas buscando mi cantar.

    Cuando el trino del sinsonte me sepa a libertad,

    yo sabré que allá en el monte hay un viento de paz.

    Cada vez que encuentro el rumbo me toca dejarlo atrás

    pa’ seguirle el paso al mundo y poderlo explorar.

    Por eso viajo ligera cruzando el cañaveral.

    Voy oliendo a primavera y a brisa del mar.

    Soy nieta del alba, nací para cantar.

  • Hay un lugar donde cantan las hojas y el viento juega al color.

    Aquí, en mi rama, le canto a las horas que van trayendo el calor.

    Es, nuestra isla sin tierra, el paraíso del manglar.

    Cuando las aves tocamos la arena, se nos entierran los pies.

    Los cocodrilos de lejos acechan; se alistan para morder.

    Sin nuestra isla sin tierra, nunca podríamos cantar.

    ¡Corre, que te come el Coco! ¡Corre pa’ acá!

    ¡Corre, que te come el Coco! ¡Corre nomás!

    ¡Corre, que te come el Coco!

    Cae la noche y también llega el frío. El cielo vuelve a encender

    aquella luz que se entrega al vacío, iluminando el ayer.

    En nuestra isla, las estrellas bajan al agua pa’ nadar.

    Cuando las aves volamos inquietas, solo es subir y caer.

    Sed y fatiga muy rápido aprietan;

    muy pronto hay que descender.

    Sin nuestra isla, las estrellas jamás habremos de alcanzar.

    ¡Corre, que te come el Coco! ¡Corre pa’ acá!

    ¡Corre, que te come el Coco! ¡Corre nomás!

    ¡Corre, que te come el Coco!

  • Rápido corre mi río derramado en tierra.

    Su rumbo regresa al mar.

    Ríe de mis remolinos agarrando rienda,

    pues son tan solo arrugas que hace mi remo al ras.

    Brisa del mar, viento de sal,

    Rocío: tú soplás la marea.

    Brisa del mar, viento de sal,

    Rocío: tú sos la que navega.

    Barquita rebelde, ríndete ya a la corriente.

    ¡Arriésgate a resbalar!

    Recuerda los recorridos tan resplandecientes,

    verdes como la ruta río abajo.

    Brisa del mar, viento de sal,

    Rocío: tú soplás la marea.

    Brisa del mar, viento de sal,

    Rocío: tú sos la que navega.

  • Poema y traducción de Humberto Ak’abal.

    Desordenado por Dominique Hunziker.

    Chi la’ ri jun q’ela kemebal

    maj nubatz’ che’ ri kem.

    Ri sutz’ mo’r

    kakiya jubiq alal chik

    puwi’ ri nubis.

    Kaqaj ri jab.

    Kinxik’ anik

    kinchap utz’am

    re jun utum jab:

    kinbalij

    kinbalij

    kinbalij

    k’a kinban jun molo’t.

    *

    Allí el viejo telar

    y yo sin hilo para tejer.

    Esas nubes grises

    le ponen más peso

    a mi tristeza.

    Comienza a llover.

    Corro

    y agarro el cabo

    de un hilo de agua:

    enrollo

    enrollo

    enrollo

    hasta hacer un buen molote.

    *

    Se contenta mi corazón,

    canta el telar

    y me pongo a tejer.

    (kinok che ri kemenik)

    Ri nuk’ux kaki’kotik,

    kalalat ri kemebal

    kinok che ri kemenik.

    (kinok che ri kemenik)

    Se contenta mi corazón,

    canta el telar

    y me pongo a tejer.

    (kinok che ri kemenik)

  • Soy una extraña

    y esto siempre estará en mi naturaleza.

    No hay realmente un lugar para mí

    pues mi nombre es de un pueblo y mi alma es de otro,

    mi padre no es de por aquí y no me veo nada como mi madre.

    Así que cuando porfin siento

    que tú eres como yo,

    que yo soy igual que tú…

    espero que eso sea cierto.

    Porque ese sería el día

    en el que pertenecería a algún sitio

    y me sentiría en casa,

    dondequiera que fuera.

    Soy una extraña

    incluso en el lugar en el que nací

    y eso es… doloroso

    aunque sí que me siento amada.

    Y puedo mirar a mi alrededor

    y ver tantos rostros

    en los que he descubierto las miradas

    más hermosas y hogareñas.

    Así que cuando porfin siento

    que tú eres como yo,

    que yo soy igual que tú…

    espero que eso sea cierto.

    Porque ese sería el día

    en el que pertenecería a algún sitio

    y me sentiría en casa,

    dondequiera que fuera.

  • Si alguna vez regresás al que fue tu viejo santuario,

    vas a ver que te hará recordar lo mucho que has cambiado.

    Cambiaste de rumbo, te alteraron los andares

    paso a paso y mes con mes.

    Subiste colinas, caminaste por los valles, te fuiste para volver.

    Un día quise volver a encontrar el que fue mi rincón sagrado,

    pero no llegué al mismo lugar,

    o era yo quien me había transformado.

    Y es que, así como ayer y hoy son similares

    sin ser el mismo atardecer,

    no he tenido uno sino más de mil hogares:

    uno por cada amanecer.

    ¿Cómo querés regresar, si siempre has estado aquí?

    ¿Cómo olvidar que, al final del camino, el hogar estaba en tí?

    Si alguna vez querés regresar al hogar de tu infancia primera,

    vas a ver que este ya no es igual pero que algo te espera.

    Entre remolinos y tremendos huracanes algo en tí va florecer.

    Vas a verte a tí como uno más de esos lugares

    al que podés pertenecer.

    ¿Cómo querés regresar, si siempre has estado aquí?

    ¿Cómo olvidar que, al final del camino, el hogar estaba en tí?

    Sé que todo camino se anda una vez

    que no hay dos iguales por recorrer

    y que si la vida fuera una fábula no tendría refrán,

    que el sendero cambia bajo tus pies ,

    que ya tropezaste y temés caer,

    y que te aferrás a la idea fantástica de poder regresar.

    ¿Cómo querés regresar, si siempre has estado aquí?

    ¿Cómo olvidar que, al final del camino, el hogar estaba en tí?

  • El color del huipil de mi abuela

    no hay un solo jardín que no lo entienda.

    Va vestida de pluma y flor.

    Va vestida de pluma y flor.

    El olor del huipil que ella lleva

    me recuerda al maíz y a humareda.

    Huele a nube dorada al sol.

    Huele a nube dorada al sol.

    Y el hilo que guarda la memoria,

    que cuenta nuestra historia,

    es como su voz.

    Cuando llevo el huipil de mi abuela

    puedo volver a oírla en su telar.

    Su voz enciende esta canción.

    Su voz enciende esta canción.

    Cuando sea el huipil de mis nietas

    sabrán que están ahí las abuelas

    abrazando su corazón.

    abrazando su corazón.

    Y el hilo que guarda la memoria,

    que cuenta nuestra historia,

    es como su voz.


Banda en vivo

Dominique hunziker

Canto y guitarra

AGUSTÍN del POZO

Guitarra, ronroco, coros

JACINTA BALBONTIN ODI

Viola

VINCENT ANDREAE

Percusión

 

BANDA EN EL ALBUM REGRESAR

DOMINIQUE HUNZIKER

Canto, guitarra, composición, letras, arreglos

AGUSTÍN del POZO

Coros, guitarra, ronroco, arreglos

VINCENT ANDREAE

Batería, percusión, arreglos

 

DANTE LARICCHIA

Bajo, arreglos

MATHIEU NUZZO

Piano, sintetizadores, arreglos

MARTIN BURGER

Ingeniero de grabación, productor artístico

ADRIANO KOCH

Ingeniero de mezcla, ingeniero de mastering


BOOKING

Booking Suiza

Séverine Gonzalez - cvrin prod

www.cvrin.com